Átame Y Me Golpearon
Entrar en una mazmorra por primera vez es vigorizante. Los sonidos de látigos y paletas chocando contra la carne. Los gemidos y los gritos de los submarinos siendo golpeados y torturados consensuadamente. La emoción que viene de saber que todo lo que se hace es consensual y dispuesto, como súplicas de más se pronuncian desde bocas flojas y cuerpos temblorosos.
Un submarino en la esquina está atado a una Cruz de San Andrés y está siendo cosquillas, rogando que se deje libre, a pesar de que no quieren ser. No se están llamando palabras seguras, la energía es eléctrica y estás pensando que quieres explorar esta dinámica tú mismo. Tus paletas están listas. Tomaste una clase de nalgadas. Es hora de ver quién quiere jugar contigo.
El mundo del BDSM tiene que ver con el consentimiento. Formular las preguntas que conducen a un tiempo salvaje y maravilloso son la quintaesencia para vivir tus fantasías de juegos porno BDSM hardcore. Eso es lo mejor del mundo BDSM. La gente es abierta acerca de sus deseos. Decirle a los nuevos socios lo que quieren y lo que no.
Dando la amplia gama de lo que están dispuestos a hacer, o han hecho a ellos. Un tapón trasero mientras los azotes, para que puedan sentir el empuje extra. Tal vez una mordaza de bola para la dispuesto sub morder mientras que vencer y follar al mismo tiempo. Las opciones son tan abiertas como su enorme culo que tienes en exhibición para que todos lo vean.